Nicolás plasma figuras en el barro a la medida de sus sueños y pesadillas. Formas que lo sorprenden, lo expresan , lo conmueven y, al final del día , también lo forman a él.
Una noche un monstruo desconocido lo visitó en sus sueños. No era ninguno de los monstruos que él había hecho, era nuevo y su aspecto llamaba mucho la atención. Pero había algo en él que llamaba mucho más la atención, sus ojos tristes. ¿Qué le pasará al monstruo? ¿Por qué estará triste? ¿Podrá ayudarlo Nicolás?
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