Hay cosas que siempre hemos visto y creemos que siempre estarán allí. Pero un día ya no están. Entonces reparamos en la importancia que tenían para nosotros. Descubrimos que también constituían una referencia para otras personas. Y así, esta pérdida nos lleva a fijar nuestra mirada en el pasado. En el recuerdo de lo vivido y en la memoria de tiempos que nos precedieron.
Esta novela va de un árbol arrancado por una tormenta. A medida que avanza su lectura, nos convencemos de que no se trataba de cualquier árbol y, aunque nunca lo hayamos visto, sentimos su pérdida. Sus raíces se hunden en nosotros y vemos en otros árboles la imagen de aquel pinsapo de la plaza.
Nota sobre el contenido:
Así empieza: La noche del lunes 7 de marzo de 2005, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, se desató un huracán inesperado que sembró la inquietud entre las gentes de Montesino.
El viento bufó con la furia salvaje de una manada de animales que huyeran heridos. Como consecuencia de aquellas ráfagas violentas, varias planchas metálicas de la techumbre de un corralón de vacas de ordeño, situado en las afueras del pueblo, fueron arrancadas de cuajo y volaron como un pájaro de aleteo torpe. Unas chocaron contra las sepulturas del cementerio; otras, contra la pared frontal del viejo aserradero de maderas.
Y unos datos biográficos del autor, Ignacio Sanz, extraídos de la Wikipedia:
Ignacio Sanz (Lastras de Cuéllar, Segovia, 1953) escritor y narrador oral español.
Licenciado en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, es autor de una amplia obra literaria que abarca novela, relatos, literatura infantil y juvenil, viajes y etnografía. Durante años combinó su trabajo de ceramista con la escritura. Desde el año 2005, se dedica íntegramente a escribir y a tareas de animación sociocultural. Vive en Segovia. Desde 1983 coordina el foro literario “La tertulia de los Martes” que, con el patrocinio de Caja Segovia, ha invitado a los más destacados escritores de la lengua castellana. Fue el director literario del foro “Literatura y compromiso” celebrado en 1993, en Mollina (Málaga), en el que participaron noventa escritores jóvenes de España y Latinoamérica y en el que intervinieron grandes maestros de la literatura internacional como Saramago, Juan Goytisolo, Jorge Amado, Mario Benedetti, Wole Soyinka, Arreola o Ana María Matute. Ha dirigido talleres de lectura y de escritura.